Esta forma vulgar para referirse al acto sexual, data del xiglo XVIII. En principio la expresión tenía un significado diferente, y nació de la costumbre, en aquella época, de consumir entre las clases burguesas y aristocráticas el polvo de tabaco conocido como "rapé".
Este polvo era aspirado por la nariz, por lo cual solía provocar molestos estornudos, y para ello, los caballeros que lo consumían en fiestas y reuniones de la alta sociedad, solían retirarse a otra estancia con la intención de "Echarse unos polvos por la nariz".
Con el paso del tiempo, ya a partir del siglo XIX, esta excusa para ausentarse empezó a utilizarse para poder tener apasionados encuentros sexuales con una amante, la cual esperaba en otra habitación.
Y así, cuando uno de esos caballeros, estaba teniendo relaciones sexuales con la amante de turno y alguien preguntaba por su paradero, siempre había alguien que respondía que se había ausentado para "ir a echar un polvo."
Este polvo era aspirado por la nariz, por lo cual solía provocar molestos estornudos, y para ello, los caballeros que lo consumían en fiestas y reuniones de la alta sociedad, solían retirarse a otra estancia con la intención de "Echarse unos polvos por la nariz".
Con el paso del tiempo, ya a partir del siglo XIX, esta excusa para ausentarse empezó a utilizarse para poder tener apasionados encuentros sexuales con una amante, la cual esperaba en otra habitación.
Y así, cuando uno de esos caballeros, estaba teniendo relaciones sexuales con la amante de turno y alguien preguntaba por su paradero, siempre había alguien que respondía que se había ausentado para "ir a echar un polvo."
Madre mía!
ResponderEliminarHay que ver la cantidad de anécdotas curiosas que hay detrás de la mayoría de frases hechas!
Esta la desconocía por completo, y vamos, que ni se me pasaba por la cabeza que el origen fuera este.
Un artículo curioso e interesante!
muy curioso...saludos.
ResponderEliminarpues, vaya.
ResponderEliminarQ biennnn....
ResponderEliminarY UNA CANITA AL AIRE..de donde provendra??