Un campesino que trabajaba en su huerto, oyó un ruido bajo el rastrillo de su arado. Miro con curiosidad y se encontró con un cofre lleno de monedas de oro.
"¡Qué suerte!- pensó. Lo tomó y lo enterró en un lugar escondido de su jardín.
"¿Qué hacer con esto?"- se preguntó. Se imaginó todo lo que podía comprar y decidió que este cofre sería su seguridad en caso de una dura temporada.
Y esa seguridad de saber que tenía un cofre lleno de monedas cambió su carácter: de precavido llegó a ser relajado, de gruñón pasó a ser agradable y eliminó su intolerancia, su vida fue más feliz sabiendo que si venían tiempos malos tenía con que hacerles frente.
Al final de su vida, antes de morir, reunió a sus hijos y les reveló su secreto, poco después murió.
Al día siguiente, sus hijos cavaron en el lugar indicado, encontraron el cofre, pero este estaba vacío. Las monedas habían sido robadas hacía muchos años.
Al final, no fue el hecho de ser rico lo que le dio seguridad y felicidad al labrador, sino la idea de que tal riqueza y felicidad existían.
¿Es realmente el hecho en si mismo lo que hace algo malo o bueno, o el poder que tu le otorgas a esos pensamientos?
"Cambia tu forma de pensar y cambiarás tu mundo"
martes, 20 de octubre de 2009
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Magnífica fábula para la vida. Gracias
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