Tres monjes y un laico mantienen una conversación acerca de la religión, cuando de repente se va la luz.
Uno de los monjes exclama:
- ¡Oh dios! haz que vuelva la luz.
Otro le pide a dios que no empeoren las cosas.
El tercero medita sobre la luz y las tinieblas que hay en el mundo.
Al poco rato volvió la luz, el laico había cambiado los plomos.
miércoles, 21 de octubre de 2009
DONDE HABITA LA LÓGICA
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UN TOQUE DE HUMOR
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¡¡¡Genial!!!l Se otorga a la religión, cualquiera da lo mismo, un poder que no tiene y actos de fe imposibles. Respeto enormemente las creencias de cada uno pero en nombre de la religión se han cometido las mayores atrocidades y en vez de hacer un acto de reflexión se provocan más enfrentamientos en nombre de algún Dios. Hay quien piensa que es necesaria y yo creo que lo realmente necesario es la cordura.
ResponderEliminarUn abrazo enorme