sábado, 19 de marzo de 2011

Luís y Esther - Después de seis meses

Luís lleva a su novia Esther a casa en su coche. Al llegar.....

Esther: -¿Te das cuenta de que justo hoy hace seis meses que nos vemos?
Y entonces se hace el silencio en el coche. A Esther le parece un silencio estruendoso.

Ella piensa: -Vaya, me pregunto si le habrá molestado que yo haya dicho eso. Quizás se siente restringido por nuestra relación; quizás crea que yo estoy tratando de forzarle a alguna clase de obligación que él no desea, o sobre la que no está muy seguro.

Y Luís esta pensando: -Vaya. Seis meses.

Y Esther piensa: -Pero yo tampoco estoy segura de querer esta clase de relación. A veces me gustaría tener un poco más de libertad, para tener tiempo de pensar sobre lo que yo realmente quiero que nos mantenga en la dirección a la que nos estamos dirigiendo lentamente… quiero decir, ¿hacia dónde vamos? ¿Vamos simplemente a seguir viéndonos en este nivel de intimidad? ¿Nos dirigimos hacia el matrimonio? ¿Hijos? ¿Una vida juntos? ¿Estoy preparada para este nivel de compromiso? ¿Es que conozco realmente a esta persona?

Y Luís piensa: -… así que eso significa que fue… veamos… febrero cuando comenzamos a salir, que fue justo después de dejar el coche en el taller, o sea que… veamos el cuentakilómetros… ¡Leche! Tengo que cambiarle el aceite al coche.

Y Esther piensa: -Está disgustado. Puedo verlo en su cara. Quizás estoy interpretando esto completamente mal. Quizás quiere más de nuestra relación, más intimidad, más compromiso; quizás él ha notado -antes que yo- que yo estaba sintiendo algunas reservas. Sí, apuesto a que es eso. Por eso es tan reacio a decir nada sobre sus propios sentimientos. Tiene miedo de ser rechazado.

Y Luís piensa: -Y voy a tener que decirles que me miren la transmisión otra vez. No me importa lo que esos imbéciles digan, todavía no cambia bien. Y esta vez será mejor que no intenten echarle la culpa al frío. ¿Qué frío? Hay 30ºC fuera, y esta cosa cambia como un camión de basura, y yo les pago a esos ladrones incompetentes ciento y pico de euros.

Y Esther esta pensando: -Está enfadado. Pero no puedo culparle. Yo estaría enfadada, también. Oh Dios, me siento tan culpable, haciéndole pasar por esto, pero no puedo evitar sentirme como me siento. Simple y llanamente, no estoy segura.

Y Luís piensa: -Probablemente me dirán que sólo tiene tres meses de garantías. Eso es justo lo que van a decirme, los capullos.

Y Esther esta pensando: -Quizás soy demasiado idealista, esperando que venga un caballero en su caballo blanco, cuando estoy sentada al lado de una persona perfectamente buena, una persona con la que me gusta estar, una persona que realmente me importa, una persona a la que parezco importarle realmente. Una persona que sufre por causa de mis egocéntricas fantasías románticas de colegiala.

Y Luís piensa: -Garantía?. Quieren una garantía?. Les daré una garantía. Cogeré su garantía y la……

-¡Luís! -dice Esther en alto

¿Qué? -dice Luis, sorprendido

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