Había una vez un hombre que se olvidó de soñar. Cuando se dormía, los marcos de sus sueños estaban vacíos. Esto le provocaba una gran tristeza, hasta el punto de que cuando estaba despierto, su existencia le parecía borrosa y sin sentido.
Visitó varios doctores y psicólogos pero ninguno consiguió ayudarlo. Incluso intentó un lavado de cerebro, pero tampoco funcionó.
Pronto cayó en una profunda depresión, y su ansia de vivir le abandonó.
Entonces se echó a caminar. Caminó y caminó hasta llegar al borde de un precipicio. Abrumado por la tristeza se lanzó al vacío, decidido a morir. Pero cuando golpeó el suelo no se murió, sino que se despertó. -Uff... solo fue un sueño - dijo.
lunes, 2 de agosto de 2010
EL HOMBRE QUE OLVIDÓ SOÑAR
Etiquetas:
REFLEXIONES
,
UN TOQUE DE HUMOR
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joderQ yo que pensé no no te tires!!!
ResponderEliminarEs genial.
ResponderEliminarMe gusta tu blog.