Una liebre ve un cuervo encaramado en la rama de un árbol y le dice:
- ¡Que suerte tienes! todo el día ahí sentado sin nada que hacer.
El cuervo le responde:
- Es muy sencillo, solo has de hacer lo mismo.
La liebre escoge un arbusto a su medida y se sienta a disfrutar del paisaje. Al poco rato, un zorro que pasaba se la come.
Moraleja:
Si quieres estar sentado todo el día sin nada que hacer, tendrá que ser en un lugar bien alto.
Muy buena fábula!
ResponderEliminarSaludos
Elisa, Argentina