viernes, 30 de noviembre de 2012

jueves, 29 de noviembre de 2012

Un beso de 6000 años

Estos restos fueron encontrados en una excavación arqueológica en el valle de Solduz, Azerbaijan, Irán.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

El hijo y el padre malvado

En un pueblo de la provincia de Izumo vivía un campesino tan pobre que cada vez que su mujer daba a luz a un hijo, lo arrojaba al río. Seis veces renovó el sacrificio. Al séptimo alumbramiento, consideróse ya suficientemente rico como para conservar al niño y educarlo. Poco a poco, con gran sorpresa suya, fue encariñándose con el pequeño. Una noche de verano se encaminó a su jardín con el infante de cinco meses en brazos. La noche, iluminada por una luna inmensa, era tan resplandeciente que el campesino exclamó: -¡Ah, qué noche tan maravillosamente hermosa! Entonces el niño, mirándolo fijamente y expresándose como persona mayor, dijo: —¡Oh, padre, la última vez que me arrojaste al agua, la noche era tan hermosa como ésta, y la luna nos miraba como ahora...!

- Lafcadio Eran


martes, 27 de noviembre de 2012

No hay extraños en tus sueños

Es imposible soñar con extraños. La gente que ves en tus sueños y que no conoces, son en realidad personas que has visto en algún momento de tu vida.

Así se construye un puente colgante hoy en día

Cuestion de prioridades

Antes de seguir desarrollando la inteligencia artificial... ¿por qué no hacemos lo posible para solucionar la estupidez natural?

domingo, 25 de noviembre de 2012

Dos palabras y adiós ego

Como arruinar el ego de un hombre con solo dos palabras:
"¿Está dentro?"

sábado, 24 de noviembre de 2012

Confusión


Hay gente que confunde la colonia con repelente para vertebrados.



viernes, 23 de noviembre de 2012

Que significa el ¡Hey! de una mujer

"¡Hey!"  Está viva.
"¡Heyy!"  Le gustas.
"¡Heyyy!"  Quiere acostarse contigo.
"¡Heyyyyy!"  Ha bebido demasiado.

martes, 20 de noviembre de 2012

Paradojas de la vida

La paradoja de vivir cada día como si fuera el último, es que tu último día será como otro cualquiera.

lunes, 19 de noviembre de 2012

domingo, 18 de noviembre de 2012

Orientación sexual

- ¿Cuál es tu orientación sexual?
- Soy ateo sexual.
- ¿Y eso qué quiere decir?
- Creo que nunca llegaré a echar un polvo.


sábado, 17 de noviembre de 2012

Mundo real

A veces te das cuenta de que no vives en Matrix, porque las tonterías que se le ocurren a algunas personas, no se le ocurrirían a una máquina.

viernes, 16 de noviembre de 2012

Escrito por un taxista de la ciudad de Nueva York

Una bella historia que nos hará reflexionar.

Llegué a la dirección y toqué la bocina. Luego de esperar unos minutos, la toqué otra vez. Dado que este sería el último servicio de mi turno, pensé en irme pero en cambio apagué el motor, caminé hacia la puerta y lamé… “Un momento,” me contestó una voz frágil y añeja. Podía oír como algo estaba siendo arrastrado por el piso.
Luego de una larga pausa, la puerta se abrió. Una mujer pequeña de unos noventa años se postró frente a mí. Llevaba un vestido estampado y un sombrero con un velo sobre él, parecía alguien sacado de una película de los años cuarenta.
A su lado tenía una pequeña maleta de nylon. El apartamento parecía como si nadie hubiera vivido allí durante años. Todos los muebles estaban cubiertos por sabanas. No había relojes en las paredes, ni adornos o utensilios en los estantes. En la esquina había una caja de cartón repleta de fotos y cristalería.
“¿Me podría llevar la maleta al coche?” dijo ella. Tomé la maleta, la llevé al taxi y volví para asistir a la mujer. Ella me tomó del brazo y caminamos lentamente.

Seguía dándome las gracias por mi amabilidad. “No es nada”, le dije… “Yo trato a mis pasajeros de la misma forma en la que quisiera que trataran a mi madre.”
“Oh, eres tan buen chico,” me dijo. Cuando nos montamos en el taxi me dio una dirección y luego me preguntó, “¿Le importaría pasar por el centro de la ciudad?”
“No es la vía más rápida,” le respondí rápidamente.
“Oh, no me importa”, dijo ella. “No tengo prisa. Voy de  camino a un hospicio”.
Miré por el espejo retrovisor. Sus ojos brillantes. “No me quedan más familiares,” continuó en una voz suave. “El doctor dice que no tengo mucho tiempo.” En silencio, apagué el taxímetro.
“¿Por que ruta le gustaría que la llevara?”, le pregunté.
Durante las siguientes dos horas conduje por la ciudad. Ella me mostró el edificio donde alguna vez trabajó como ascensorista.
Pasamos por la urbanización donde ella y su esposo habían vivido como recién casados. Hizo que me detuviera en frente a un almacén de muebles el cual había sido un salón de baile donde ella había bailado de joven.

A veces me pedía que redujera la velocidad frente a un edificio en particular o una esquina y se quedaba mirando, pensativa y en silencio.
De pronto me dijo, “Estoy cansada. Vámonos ya.”
Nos dirigimos en silencio hacia la dirección que me había dado. Era un edificio chato, como un hogar pequeño de convalecientes, con un camino de entrada que pasaba por un pórtico.
Al llegar, dos enfermeros salieron hacia el taxi. Eran atentos y amables, observando cada paso que ella tomaba. Estoy seguro que la habían estado esperando.
Llevé la pequeña maleta hacia la puerta. La mujer ya estaba sentada en una silla de ruedas.
“¿Cuánto le debo?” me preguntó, mientras metía la mano en su cartera.
“Nada,” le dije.
“Usted debe ganarse el pan,” me contestó.
“Hay otros pasajeros,” le respondí.
Casi sin pensarlo, me agaché y le di un abrazo. Ella se aferró a mí con fuerza.
“Usted le dio a una vieja mujer un momento de alegría,” me dijo. “Gracias.”
Apreté su mano y luego caminé hacia el taxi… Una puerta se cerró detrás de mí. Era el sonido del cierre de una vida.

No recogí a más pasajeros en ese turno. Conduje sin rumbo, perdido entre mis pensamientos. Casi no pude hablar durante el resto del día. ¿Qué hubiera pasado si a esa mujer le hubiera tocado un conductor malhumorado, o uno que estaba impaciente al final de su jornada? ¿Si yo hubiera rechazado tomar la carrera, o tocado la corneta una sola vez e irme?

En resumidas cuentas, no creo que haya hecho nada más importante en mi vida que esto. Estamos condicionados a creer que nuestras vidas giran en torno a grandes momentos.
Pero muchas veces los grandes momentos nos agarran de sorpresa, bellamente envueltos en lo que otros podrían considerar un momento trivial.

jueves, 15 de noviembre de 2012

La garganta de Verdon, Francia

Es un río que discurre por una garganta de 25 kilómetros de largo. Tiene la peculiaridad de que sus aguas son de color turquesa. Está considerada uno de los lugares más bellos de Europa, como podemos ver en estas imágenes. Hay quien la llama el Gran Cañon de Europa, ya que no hay una garganta  mayor que esta.
Está situada al sureste de Francia, en la región de Haut-Var (Provenza).










Link imagen




miércoles, 14 de noviembre de 2012

Siempre hay un motivo

- Un estudio afirma que los españoles bebemos por cualquier motivo.
- ¿Coño, un estudio sobre nosotros! ¡Eso hay que celebrarlo! Ponme otra cerveza.

martes, 13 de noviembre de 2012

Curioso fenómeno numérico

Tengas la edad que tengas... Toma los dos últimos dígitos del año en que naciste, más la edad que tenías en 2011. Ahora sumalos...

El resultado es 111.

lunes, 12 de noviembre de 2012

No tengo mal genio


No tengo mal genio, simplemente tengo una reacción rápida a las tonterías.


sábado, 10 de noviembre de 2012

El teléfono mágico

Un catedrático de parapsicología de Utrecht, fue invitado a las Antillas con la misión de estudiar el papel de la telepatía, muy frecuentemente entre la gente humilde del lugar. Cuando una mujer quiere comunicarse con el marido o el hijo que han ido a la ciudad, se dirige a un árbol y el marido o el hijo le traen lo que les ha pedido. Un día, el catedrático asistió a presenciar este fenómeno y le preguntó a una campesina por qué se servía de un árbol para comunicarse. Su respuesta fue sorprendente y capaz de resolver todo el problema moderno de nuestros instintos atrofiados por las maquinas a las cuales se confía el hombre.

He aquí pues la pregunta: ¿Por qué se dirige usted a un árbol? Y he aquí la respuesta: “Porque soy Pobre. Si fuese rica tendría teléfono”


viernes, 9 de noviembre de 2012

Valoración

La personalidad es solamente 1
Con unas buenas tetas se tranforma en 10
Con un buen culo, se transforma en 100
Si ademas le añadimos inteligencia, se transforma en 1000
Y con encanto son 10000
Pero sin la personalidad, todo lo que quedan son ceros.

martes, 6 de noviembre de 2012

¿Quién te crees que eres?

Todo el mundo está esperando al rey, cuando un campesino entra en la estancia y se sienta en el trono. El primer ministro de la corte, escandalizado, no puede creer lo que esta viendo:

- ¿Quién te crees que eres para entrar aquí de esa manera?, ¿acaso piensas que eres un ministro?
- ¿Un ministro? que va, soy algo más que eso.
- No puedes ser el primer ministro, puesto que soy yo. ¿Acaso te crees el rey?
- No el rey, más que eso.
- ¿El emperador?
- No, aún más que el emperador.
- ¿Tal vez el profeta?
- Más que eso.
- Entonces, más que eso sería Dios...
- No, yo no soy Dios, soy más que eso.
- Imposible, no hay nadie que sea más que Dios.
- Exacto, ese soy yo, un don nadie.

viernes, 2 de noviembre de 2012

El automovilista que cruzaba China

Esta es la historia de un automovilista que está cruzando China. Su automóvil se avería, y para en un pequeño pueblo. Resulta que tiene un agujero en el depósito de combustible. Hay un artesano en el pueblo que no puede repararlo, pero puede copiar el depósito en un par de horas. El automovilista parte de nuevo con un depósito magnífico. Pero en plena noche, el coche se vuelve a estropear.
El chino había copiado también el agujero.


jueves, 1 de noviembre de 2012

La última ecuación (Gerard Klein)

Fue un trabajo abrumador, para dejarlo sin aliento.
Distribuido en párrafos. Diez años estuvo encerrado en la biblioteca, sin salir, colmando hoja con hoja, volviéndolas a leer, viajando por el prodigioso universo de matemáticas que creaba lentamente.
Al llegar al décimo año, vio perfilarse la silueta del resultado: la última ecuación, la perfecta solución, la prueba matemática de la existencia de Dios.

Tuvo que recurrir a innumerables posibilidades: a edificar un modelo exacto y teórico del universo; reunir un millón de coordenadas y atarlas en apretados rimeros, quemar todo y pesar las cenizas. Mas ahora conocía la última ecuación y la formulaba, la demostraba. Sencilla como era, abrumaba un millar de hojas. Trabajó veinte horas diarias. Y en tres meses de trabajo agotador, dio fin a la tarea, al descubrimiento definitivo del genio humano.
Trazó la última línea, dibujo amorosamente la última letra, la subrayó dudando un momento antes de añadir la palabra “fin” en mayúsculas.
Y entonces la voz todopoderosa, majestuosa y tonante, brotó de todas partes y de ninguna. Dio un salto, lleno de susto.

–Está bien –dijo la voz–, me has encontrado. Ahora te toca a ti esconderte. Voy a contar un millón de años. Y no hagas trampa...

 - Gerard Klein


Después del huracán

Después del huracán, el paisaje patas arriba.